Los peruanos hemos perdido otra gran oportunidad para mejorar integralmente el País, al dejar pasar una etapa en la que nuestros recursos naturales estaban altamente cotizados.
Ahora, la vaca gorda adelgazará.
El presente esta claro, mas somos reacios de interpretar signos evidentes e insistimos en no actuar. Quizás por estar acostumbrados a esperar.
Nuestra patria se recuperará cuando ni una gota de las aguas de sus ríos se pierdan inutilmente en nuestro inmenso mar. Cuando cada árbol llegue a maduro antes de darnos su tronco a usar. Cuando la tierra de nuestras quebradas deje de descansar. Cuando nuestra arena de los desiertos se torne verde de harta producción. Tierra, agua, clima, ciencia poseemos.
Cuando nada sea prohibido para obtener mejor ganancia. Cuando nuestros niños coman, corran, jueguen, aprendan y dejen el trabajo para después. Cuando jóvenes amen, se apasionen, escojan, estudien, sueñen y desplieguen alas para volar. Y cuando adultos no traicionen ideales ni valores y den el fruto por lo tanto recibido de tan generosa y abundante Tierra.
Cuando dejemos complejos por firme y segura personalidad, y la traición a la palabra empeñada.
Cuando nuestras manos estén limpias de sangre y dinero sucio.
Cuando se nos acaben odios y resentimientos.
Cuando no haya tanta desigualdad.
Cuando sin mentirnos digamos: Yo amo a mi Patria.
Ese día, cuando los cuandos lleguen, el Perú cambiará.
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