Sunday, April 25, 2010

RESURGIMIENTO


WAYAYAY
Voy a contarte hoy mi triste pena,
la soledad que llevo en mi alma.
Voy a contarte mis tristes desengaños,
de ilusiones y de sueños que he vivido.

Entre montañas, valles he nacido,
me acunaron esos huaynos en su encanto.
Y al florecer mi tierra en su charango
vi crecer las zampoñas con el viento
way, way, waya ya ya yay, wayayay.

POR UN MUNDO NUEVO
Todo en esta vida
tiene un fin que conseguir,
son designios que se tienen
que cumplir.

Ven que debemos mejorar
el mundo en que vamos a habitar;
vamos, nuestra vida empieza aquí
y nos aguarda el porvenir.

En un mundo ciego
en que nos tocó vivir
buscaremos una vida sin temor

Que feliz soy
mientras sonríes y me abrazas
con amor.

Monday, April 12, 2010

Atracón Con Pedo


Cuando llegué a Toronto, hace ya una pilita de años, me impresionó, gratamente, su sistema de transporte público. Tenía tren eléctrico, una buena red de buses que corrían por todos lados y grandes autopistas. Entusiasmado con tanto adelanto encontrado, fui en busca de las obras de expansión de los trenes urbanos. No las encontré, no había ni una; estaban detenidas por tres décadas.

La razón principal con la que se justificaba este detenticidio era la de siempre: “No hay plata”. Alarmado corrí a casa a reportar la increíble noticia, Familia, familia ¡el tren esta detenido! Conté lo que acaba de descubrir y expliqué las gravísimas consecuencias en el futuro familiar, de la ciudad, la provincia, el país y el mundo entero, Púchicas Viejo, tú, definitivamente, nunca estarás tranquilo en ninguna parte, apuntó uno de mis lugartenientes, ¿Ya ves Amorcito? cuantas veces te he dicho que tienes que escuchar el canto de los pajaritos y observar el reverdecer de los prados en primavera, complementó la madre del lugarteniente en mención. No logré consolidar el frente de lucha para detener lo indetenible, ni a nivel frente interno familiar.

Frΰstadote dejé el tema mas este nunca me dejo a mí; sobre todo cuando me encuentro atrapado en uno de esos atracones sabor “caracas”.
Esta semana, después de casi veinte años, cuando leí en el periódico que Toronto es la ciudad campeona mundial en atracones, es que me pica la lengua y las yemas de los dedos y vuelvo a darle al tema con el mismo mazo.

Como promedio diario cada “castigado”, en Toronto y alrededores, emplea 80 minutos para ir a su trabajo y regresar a casa.
La razón sigue siendo la misma, falta de plata, el gran elemento-pretexto en la hueveolización mundial, y así, la paralización de los trenes en la zona lleva medio siglo y tira para más largo; pues, la única ampliación efectuada, la de la avenida Sheppard, responde, principalmente, a una magistral maniobra de los especuladores inmobiliarios, pero esto es todo un punto aparte.

Juntemos piezas de este rompecabezas y arranquemos por estimar a ojo de buen cubero lo de la plata. El sueldo promedio por hora de un trabajador sin mayor educación en la Provincia es 22 dólares según estadísticas públicas. Si consideramos: primero, que la mitad de los 80 minutos son desperdicio puro. Segundo, que solo la décima parte de los ocho millones que viven en Toronto y sus alrededores se ven envueltos en este diario transicidio. Tercero que solo trabajamos 5 días a la semana lo cual sabemos que no es cierto pues acá trabajamos hasta ocho días por semana. Resulta así, que por día esto representa el sencillo de 11.73 millones; 3,058 millones al año y a calculo bruto, pues si bien entre otras cosas la población y sus congestiones eran menores en el pasado, hay factores que multiplican el monto directo como son la inflación, los intereses y reinversiones, y lo que busco es encontrar un monto que nos haga sentir la magnitud del problema; resultaría así, brutalmente calculando, que son unos 152,909 milloncitos invertidos en los 50 años que lleva esta “miseria económica”.

Como referencia de lo que representa esta cantidad debo precisar que el costo de un kilómetro de un LRT, tren de riel ligero, cuesta 30 millones, por lo que solo con plata directa de atracones ya tendríamos cuchucientos kilómetros financiados. Por otra parte la discutible ampliación de la línea “Sheppard” costó mil millones con los que se pudo expandir las vías profesionalmente.

Pretextos y no razones son los fundamentos de la acción pública en nuestros días. Así que pensemos que si hay plata como lo hubo para la “movida sheppard” y malgastarla diariamente en un trafico torturante. ¿Donde estará la verdadera razón?

Podría ser la razón predominante de la era: Se invierte en lo que da ganancia, mas no ganancia publica si no la privada, y la lista es larga y la podríamos iniciar señalando en primer lugar a los fabricantes de carros y sus proveedores; segundo: Los “petroleros” desde el del pocito productor hasta el vendedor de gasolina, y me refiero al concesionario pues el dependiente del grifo lo sacrifican a sueldo mínimo. Luego podríamos colocar al Estado y los “representantes del pueblo” que poco dicen y menos hacen por resolver el problema; luego seguiría una lista larga que podría ir desde los contratistas de pistas y proveedores de materiales, hasta llegar a los que venden pastillitas de aire puro para aliviar la alergia al aire enrarecido. Es decir, si continuamos las vías de los trenes eléctricos rompemos un fuerte pilar de la economía de la región que se sostiene en la sobre producción de vehículos, ríos de cara gasolina, y los suculentos impuestos que sobre ambos pesan.

Esta semana, el Gobierno Provincial a detenido la inversión de 4,000 millones en obras para mejorar el transporte publico en la región con el agravante de haber previamente reconocido la imperiosa necesidad de la inversión pública en obras de infraestructura como herramienta para apalear la crisis actual que amenaza con agudizarse de no obrar con sabiduría. Es evidente que alguien manda a los mandatarios que ya ni trenes, ni pistas, ni transito quieren mejorar.
Es curioso que la inteligencia que nos caracteriza, inexplicablemente, se esconde cuando se trata de obrar en bien del ciudadano, la ciudad y la naturaleza que nos acoge.

Una, vez más, tenemos razones escondidas entre falsos pretextos para justificar lo injustificable; táctica que no es fácil eliminar si es que no hay lo imprescindible para ello: el deseo y exigencia ciudadana. Es, y no casualmente, nuestra pasividad la principal responsable de la aterrante destrucción ambiental y del revoltijo económico mundial; ambos efectos de una misma causa: la acción humana.

Sin lugar a dudas que el intentar corregir esta pasividad individual, que es sistemáticamente alimentada por los que buscan alejar al ciudadano de la participación en la vida pública, nos pondrá ante un serio y peligroso desafío; mas de no hacerlo, nosotros, nuestro medio y el mundo entero se ira en un pedo. Y no es exageración sino lectura de lo que estamos hoy viviendo. Hay quienes, pagados, alimentan confusión y duda sobre la seriedad de la autodestructiva acción del humano. A final de cuentas, esto no es mas que una arista en la guerra entre la codicia humana y la naturaleza.

Thursday, April 8, 2010

Avive Ceso y Despierte

Hay cinco cosas que no puedes recuperar en la vida:
La piedra… después de haberla arrojado
La palabra… una vez dicha
La ocasión… después de haberla desperdiciado
El tiempo…después que ha pasado
Una persona…cuando ha muerto

No es el ayer, tampoco el mañana, es hoy el que vive.