Friday, February 24, 2012

Rara Valentía

Soy un valiente raro; sí, me atrevo y al mismo tiempo me cago de miedo.  Es, creo, producto de ese tropel de pensamientos que emanan de cada uno de nuestros yos internos generando sentimientos y decisiones que juegan entre una maraña de circunstancias.

Me atreví a hacer muchas cosas que requerían valor, sin embargo, no todos esos yos estuvieron de acuerdo a la hora de actuar.  Es el problema de regirme por una democracia interna (real) pues siempre hay opositores dentro de uno que dificultan el paso.

Muchas veces se dio el caso, como en el día de mi matrimonio.  Estaba feliz, mas a la hora en que salía para la iglesia, ni bien puse un pie en la calle, una llamada con señal de urgencia me hizo correr al baño; literalmente, me cagaba de miedo.  O mejor dicho, uno de los yos era el cagón porque como les decía, Yo salía feliz y apuradito.  Y no fue una sino fueron dos veces las que tuve que correr al baño.  En la segunda, eso si, fui un poquito más lejos, llegue hasta la puerta de mi carro.  Ni bien puse la mano sobre la perilla, un yo nerviosito dio otra clarinada de retirada.   Gracias a Dios es cierto que a la tercera se da la vencida y pude ir hacia la iglesia.  Fui el primer novio, que yo sepa, que se hizo esperar.  Mi novia, mi Amorcito Lindo, haciendo tiempo dando vueltas en carro para no romper la tradición de que uno es el que espera.  Nadie sabía, en esos momentos, en la valiente cagada en la que el novio estaba casi sumergido.  El padre Oscar, el sacerdote primo hermano de mi padre y tío mío hasta ese día, inició la ceremonia !sin mí!  Al final llegue, un tantito mas ligerito de peso, pero llegue, y fue uno de los días mas lindos de mi vida, a pesar de mi ex tío y mi yo disidente.

Otra muestra de mi especial valentía, fue cuando al poco de haber aprendido a tocar la guitarra me  encontré en un escenario público integrando una banda de rock.  Todo iba bien hasta que comencé a sudar frio por la nariz, característica que me hacía mojar las hojas de papel en los exámenes del colegio y la universidad.  Ese día mi nariz sudó a nivel catarata, goteó al punto que mojó la mano con la que rasgueaba las cuerdas de la guitarra !eléctrica!  El electroshock no se hizo esperar.  Dicho sea de paso es así como se inició la modalidad de arrojar la guitarra por los aires ó darle con ella duro al piso ó por último tirársela al publico delirante.   Yo lo hice por cuestión de instinto; otros, de puro copiones.

Han habido miedos que han acompañado acciones más temerarias, como la intentona de ir a Monzón.  Bastó que me digan, Puede pasear por cualquier parte de la zona pero ni se le ocurra seguir por esta trocha, ¿Por qué?, Porque esta trocha va para Mozón y para allá no va nadie que no esté invitado.  No es que fuera una de las llamadas "zonas liberadas" de la época senderista; era una zona de la "coca nostra" la que tenía que ver con estos límites territoriales entre el orden desorganizado y el desorden muy bien organizado.  Ni bien había recorrido un tantito la trocha más allá del lugar donde estaba colocando un reflector de la red de micro ondas en la montaña que está al frente del pueblo de Tingo María, pueblo que pagaba el pato al ser uno de los "mascarones de proa" cada vez que se armaba la fanfarria teatral en "la lucha contra el narcotráfico" en la que "artistas" nacionales y extranjeros competían por los papeles estelares. No nos vayamos por esta rama de este pasado que, lamentablemente, aun es presente y presente agravado; hoy no, hoy enfoquémonos en el intento de ir para Monzón.  Un reten me detuvo, ¿Para dónde vas amiguito?, preguntó un amigable lugareño que estaba sentado al borde de la trocha sobre una rudimentaria cuneta, No sé, solo estoy paseando por la zona, estoy colocando la red para la TV de Tingo y ando de relajo.  Esa era mi mejor carta de presentación que me habría las puertas de los mejores teatros y tratos.  !Puta! que interesante, así que andando por acá y de puro hueveo, Sipi, ¿Te puedo dar un consejito?, Claro amigo, se lo agradezco, Date vuelta aquí mismo y paséate  por donde quieras menos hacia la dirección que llevas ahorita, Gracias por el consejo pero ¿Que hay si le doy un poco más para allá?, Bueno, eso lo decides tu, yo solo te digo que más allá vas a encontrarte con un pata que si te va a parar, mas esta vez, tu ni lo vas a ver.  Así, que a tanta información turística: Arriba Alianza y vuelta en U. 

En una vivencia más peliaguda que las anteriores y que, gracias a la lentitud con que a veces opera mi cerebro, pasó desapercibida; a mi entender, me vi ante un supuesto "juicio popular".  Huy que miedo.  Me disponía a subir al cerro De La Divisoria, ahí cerquita al paradisiaco Callejón del Padre Abad; donde construía una torre de esas altotas que de niño me rompían el coco pensando como las colocarían en lugares tan inaccesibles. Ahí estaba yo, casualmente, rompiéndome el coco mientras mi amigo dueño de la compañía responsable de la ejecución de esta obra mal presupuestada por la entidad licitante, estaba rompiendo su bolsillo y el de su familia entera.  Problemas sobraban y sobre todo los referentes a dinero.  Bueno, iba ya para la obra cuando un par de individuos me detuvieron para conversar.  Buscaban trabajo.  Me extrañó que a pesar de que sabían de que las planillas no habían sido cubiertas por varias semanas, estuvieran ansiosos por incorporarse a la interesante construcción.   Di por hecho que eran unos más que buscaban una coartada para andar en la región y dedicarse a otras actividades económicamente más rentables.  Conversamos amigablemente un buen rato hasta que uno de ellos, en forma condescendiente y a manera de despedida, dio su … veredicto, Termine su obra ingeniero.  La cosa hubiera quedado ahí si es que no me encuentro, accidentalmente, unos meses más tarde en Iquitos, con el supervisor de la construcción de la torre,  Te felicito Flaco, te pasaste; trataron de volar tu torre ni bien la terminamos y no pudieron, bueno no pudieron a la primera pero a la segunda se volaron la torre con medio cerro.   El, "termine su obra ingeniero", tomó sentido.

Soy pues un valiente raro que le tiene miedo a la vida mas no a la muerte, que no teme decir su palabra, mas sí, ofender a un amigo.

Tuesday, February 7, 2012

Cajamarca vuelve a ser epicentro en la historia de América del Sur


Cuando en Cajamarca los invasores europeos sellaron la suerte del encuentro de dos grandes civilizaciones que pudieron nutrirse mutuamente enriqueciendo al mundo entero, optando por el engaño y el crimen para depredar toda la región amparados en sus armas, desperdiciaron uno de los más grandes momentos de la Historia.

Hoy Cajamarca vuelve a estar presente en otro momento histórico que puede ser otro punto de inflexión en la historia universal.  Otra vez, la cruda ironía de sufrir miserias humanas espantosas por producto de su bendita riqueza exige a este pueblo y a sus hermanos levantar la voz de protesta e iniciar la larga marcha hasta la conciencia de los usurpadores de sus derechos para que paren de abuzar de la gran nobleza de todo un pueblo. 


Mi pensamiento, voz y acción están con mi pueblo.  Nadie ni nada debe detenernos hasta ser nuevamente libres y soberanos.