Saturday, September 26, 2009

Zan ti dad

Rascabucheando en mi caja de recuerdos buscando fotos para dos collages más que quiero hacer, uno justo antes de venirnos y el otro de recién llegaditos a Canadá (que serán en los que debute “Chiquichito”, mi hijo menor, que aun no aparece en la fotográfica historia familiar que adornan las paredes de nuestra casita) encontré una libretita en la que apuntaba todas mis buenas acciones y sacrificios que debía hacer para ponerme pititamente santo para recibir, por primera vez, a Diosito Lindo hecho una rica galletita, mi primera comunión.

Y nos cuenta que…
1 obede ser ami mamá. Ojo con el prodigio del santo precoz que desde temprana edad mostro una habilidad innata para las letras con acento.
2 nocomer cara melos. ¡Sacrificiote!
3 no pegra a mis hemanas. Con !H!, simplemente un niño pro di gioso.
4 obedeser ami papá. Democráticamente acentuado
5 no voy a deso bedeser a mi tia. !Carajo! pura obediencia santa y con ¡B!
6 e o ve desido a mimaestra. Genial, que manera de dominar las conjugaciones y más obe di- encia
7 tome una sopa que no mejusta. Por lo visto, el naturismo siempre fue mi fuerte.
8 no peliar conmiscompañeros. Ahitá el propósito. ¡El propósito! y aun en eso estamos.
9 voy a comer las comida quenomejustan. Castellanoaleman.
10 no pelear en clases. !20! en ortografía, clara muestra que desde tempranísima edad iba hacia la deseada perfección. En realidad, esta frase seguro me la copie.

Con esta frase perfecta termina la primera hoja de las cinco y medio que abarcan las 56 acciones hacia mi santidad, en donde el repetir más de un no pelear desencadenó la cachita a mansalva en la tertulia familiar, Que joder, Papá, tu desde chiquito no sabes hacer otra cosa que la de pelearte con todos. Tanto caló el momento y la santa listita que durante la semana cuando mi mujercita linda me recogía de la chamba y a su clásica pregunta ¿Que tal día?, le contestaba: Amorcito, hoy no me peleé con mis compañeritos, así iniciabamos humorosamente nuestro regreso diario compartido a casita. El viernes que acaba de pasar tuve un día bastante cargadito en la chamba, choqué con un mecánico arrancando la mañanita y en la tarde me comí otra discusión con el despachador y plenipotenciario del almacén; estuvo brava la cosa pues chocamos entre sangre caliente latina, y bueno, dos al día ya para mi era cosa del pasado aunque aun no solo soy cenizas, por lo visto. Ese día, al salir de la chamba, a la pregunta de cómo había estado el día, no me quedo otra que responder: Mi Amorcito, déjame ver… hoy… hoy no he mentido. La frase sobre con el no mentir está ubicada en el número 12 de mis actos santos, y al no estar repetida ni una vez más, fue también tema de chacota de mis queridos y cachacientos hijos que para variar este fin de semana, también, me agarraron de punto. A si es pues la bida de los zan tos.

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