Saturday, November 6, 2010

COLUDIDA CORRUPCION

Como corregir un sistema corrupto sin detener el crecimiento económico es uno de los grandes retos que el Perú debe enfrentar.


El país crece económicamente y en forma descollante; sin embargo, la corrupción crece paralelamente y se encuentra pavorosamente institucionalizada, normada. Ha dejado de ser considerada, por alarmante multitud, como una aberración; al punto que el “roba pero hace” es un merito calificador.


La manía de sacar provecho personal de un puesto de trabajo, publico o privado, es costumbre añeja. Se aferró en la costumbre regional desde los remotos siglos del rampante coloniaje y que desplazo a nuestra sencilla y funcional moral de no robes, no seas mentiroso y no seas holgazán. Moral que nos encumbró.


La extensión de servicios y oportunidades para el que paga, y el desarrollo de la habilidad de gobernar dividiendo, es la política que ha prevalecido desde ese entonces.


Desde el virrey hasta el último de sus chupes financiaban su “sacrificio” en tierras inhóspitas conquistadas, agregando a su salario las mordidas que el cargo le confería. Implementando los deseos de sus amos y señores con lealtad absoluta. A la menor discrepancia, el puesto quedaba vacante. Por esa razón los burocratas de la corona duraban muy poco tiempo. A sabiendas de esto, el burócrata amasaba fortuna y tenia lista las maletas para regresar a su añorada civilización y disfrutar de las ganancias cosechadas. Esa mentalidad se mantiene a pesar de los largos años de republica.


A esta histórica fuente de corrupción se han agregado otras provenientes de las mafias de traficantes de drogas, de la elite que ostenta el poder económico, y entre otras más, la de políticos oportunistas que pescan en río revuelto y desconcertado. Estos grupos, de alguna manera han entendido que tienen algo en común, el seguir enriqueciéndose a expensas de la salud nacional, es decir, coludir. Los pactos políticos descarados entre otrora supuestos adversarios nos confirman que las mafias están solidamente amalgamadas.


La corrupción es una de las causas por las que el país se ha acostumbrado a vivir con una distribución de la riqueza escandalosamente desigual. Sigue primando entre los que ostentan el poder la mentalidad del foráneo apatria que no logra identificarse con el país y su pueblo; por lo que no deja de ver al país como una mina a saquear.


Aparentemente, el erradicar la corrupción es costoso pues implica el incremento de sueldos de los empleados implicados incluyendo el del presidente, los ministros y contralores que deberán prestar sigilosa atención e imponer el cumplimiento de normas y leyes; mas solo aparentemente pues el dinero requerido provendrá del que se dejará de perder en los tratos “bajo la mesa”.


Cambiar de rumbo es duro y demanda decisión, coraje y fuerza para encontrar el camino. Sobretodo cuando hay raíces profundas que nos enquistan en una mala formación. Mas, no tenemos alternativa pues de continuar la zenda actual nuestras riquezas naturales volverán a traernos mas perjuicio que beneficio una vez más. El cántaro puede romperse.


Ha llegado el momento de dejar atrás la era de virreyzuelos y emperadores de una vez por todas. El pueblo es el que puede y debe decidir.

No comments: