En la vida diaria es cuestión de saberse defender y no ser tan solo un buen martir,que ya hay mucha sangre, en vano, derramada.
Si estamos atentos encontraremos cada día la posibilidad de practicar la defensa del pellejo sin que hagamos el triste papel de pobre víctima. Por el contrario observemos bien la gran figura y disfrutemos poniéndole "un cascabel al gato".
En este mundo en donde lobos y corderos comemos del mismo plato es imprescindible estar atento, sobre todo, ahora, cuando que grandes fieras se estan comiendo a la niña Esperanza y a su abuelita la arrugadita señora Paciencia.
No nos queda otra que abrirles, infantilmente, las panza y recuperar a nuestras Caperucitas.
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